#ElPerúQueQueremos

¿Todas las segunda vueltas son iguales?

por Christian Wiener Fresco

Publicado: 2016-05-28


Cada elección es distinta a la anterior. Pueden mantenerse algunos de los mismos protagonistas, y presentarse circunstancias que parezcan similares, pero en definitiva el proceso y la actitud de los votantes varían en cada proceso, más aun en un país tan poco institucionalizado e imprevisible como el Perú. Hago esta reflexión porque he encontrado en medios y las redes sociales a muchos esperanzados en que lo sucedido en el 2011 se repita, es decir la derrota de la candidata del fujimorismo, pero la realidad no parece tan propicia para ello en esta oportunidad, y lo resumiré en diez motivos claves que diferencian al proceso del 2016 del realizado hace cinco años:

1) NO TOCAR EL SISTEMA.- Ni PPK, ni por supuesto Keiko, van a tocar el sistema económico y político heredado del fujimorismo, incluyendo su Constitución. Por eso la CONFIEP duerme tranquila y no habrá el día después del 5 de junio un lunes negro de la bolsa como el 2011 para presionar a Humala, ni anuncios apocalípticos sobre el futuro del país. Es cierto que en campaña ambos candidatos hacen guiños al electorado de izquierda con anuncios demagógicos y efectistas que, ya sabemos, cuando sean gobierno no cumplirán. En todo caso, para el elector peruano es claro que, gane quien gane, el sistema seguirá igual, y ni siquiera habrá la esperanza de una gran transformación que, como sabemos, devino al final en una gran traición.

2) HONESTIDAD Y HONRADEZ.- Si el sistema no se toca, la diferencia se planteará en cuanto a la ética y la lucha contra la corrupción, donde indudablemente Keiko y su banda del gobierno de su padre y los nuevos allegados tienen todas las de perder, aunque traten de lavarse la cara como los activos. Pero PPK tampoco sale tan impoluto en el tema, si recordamos su paso por los gobiernos de Belaúnde y Toledo, y las acusaciones de lobby que lo rodean. En ese caso, OH tuvo la ventaja de no haber llegado al poder, lo que le permitió presentarse como símbolo de la honradez, embarrado posteriormente por las mediáticas agendas de su esposa.

3) HOJA DE RUTA.- A Humala los llamados sectores democráticos y cívicos le obligaron a firmar un documento de compromiso democrático y hoja de ruta para condicionar su voto, lo que finalmente hizo, aunque para muchos, más que la suscripción pareció un convertido, negando en el gobierno todo lo que había afirmado en la primera vuelta. Keiko ha firmado esta vez una hoja de compromiso que ella mismo se redactó y que nadie le cree; mientras PPK, a través de sui vocera y vicepresidenta Mercedes Araoz, asegura que no tiene necesidad de firmar nada, y los sectores de izquierda y de centro que no votaron por él, más allá de reclamos puntuales de la CGTP, no le plantearon ningún compromiso ni acuerdo, terminando al final votando por el mal menor solo por emergencia, sin nada que lo respalde.

4) RESULTADOS PRIMERA VUELTA.- En el 2011 el triunfo de Humala en primera vuelta le permitió contar con la mayoría relativa en el Congreso (que luego la traición y ceguera de la pareja terminó pulverizando), seguido por la del fujimorismo y otras fuerzas políticas. Pero este año Fuerza Popular cuenta con mayoría absoluta y PPK con una pequeña bancada, ubicada en tercer lugar luego del Frente Amplio. Eso puede llevar a muchos a tratar de contrarrestar la acumulación de poder naranja; pero otros más bien lo verán como algo positivo, una especie de libertad de acción frente a un Legislativo percibido mayoritariamente como inútil y obstruccionista.

5) DESGASTE DE ATAQUES.- Las pullas y ataques en elecciones se agotan, con mayor razón de una elección a otra, donde para los convencidos e incluso dubitativos, suele llover sobre mojado. Sucedió con Alan el 2006 y Humala el 2011, cuando las acusaciones de chavista, velasquista y “Capitán Carlos”, que pudieron ser efectivas en la elección anterior, ya no tienen el mismo resultado. Lo mismo sucede ahora con Keiko con los recuerdos del gobierno de su padre, que no le hicieron ninguna mella en la primera vuelta, y solo ha recibido un remezón con el destape de la investigación de la DEA sobre la fortuna de su secretario y mecenas. PPK también repite el plato, aunque con menor exposición, y de allí que lo del pasaporte norteamericano o los lobbys tengan todavía algún efecto, aunque menor.

6) CONCENTRACCION MEDIATICA.- En este caso no se puede decir que la mayoría de los medios estén alineados con uno u otro candidato, porque hay medios y periodistas abiertamente naranjas, como otros pepekausas, y los que tratan de equilibrar entre los dos. Al fin y al cabo, repito, las diferencias entre ambos son para muchos poco reconocibles. Cuan diferente al 2011, donde casi toda la batería mediática de prensa, radio y televisión estaba en contra de Humala, lo que a la larga terminó favoreciéndolo por el notorio desequilibrio informativo, aunque pudo ser fatal.

7) MEJOR CANDIDATO.- Quiérase o no, Humala fue mucho mejor candidato que PPK. Para empezar, tenía ánimo y ganas de ganar, lo que hasta ahora casi no se distingue en el economista. Es cierto que no tiene una buena oratoria, ni un gran carisma, pero lo compensaba con un espíritu y energía proactiva. Además contaba con un Favre que supo manejar con mucha inteligencia todos los escenarios de la segunda vuelta, evitando errores y traspiés importantes, que si fueron frecuentes en las filas fujimoristas (“nosotros matamos menos”). OH como gobernante es otra historia.

8) ALIANZAS.- La segunda vuelta es la hora de los acuerdos y alianzas electorales, indispensables si se quiere ganar. Humala en el 2011 se presentaba agrupando nacionalistas y de izquierda, y luego se amplió al centro toledista, acciopopulista y sectores independientes y cívicos; mientras Keiko se aliaba con la derecha, PPK y solidarios. Ahora PPK se ha cuidado de abrir alianzas, y solo cuenta con el apoyo abierto del partido de Acuña, y más o menos vergonzante de otros, incluido la izquierda. Por el contrario Keiko ha entablado en esta oportunidad una serie de acuerdos con sectores controversiales, cuando no al margen de la ley (evangélicos, policías, mineros y transportistas informales, sindicalistas quintacolumnistas y matones, etc.) que pueden no ser muy bien vistos socialmente, pero aseguran bolsones de electores importantes marginados del juego político tradicional.

9) OFICIALISMO.- En el 2011, si bien Keiko no era la candidata oficial del segundo gobierno de Alan, sin duda que el régimen aprista la veía con mayor simpatía, y promovía indirectamente su candidatura frente a la de Humala, cuyo grupo político había estado en abierta oposición en los últimos cinco años. En esta oportunidad, y luego de que el Apra y el fujimorismo le cargaron el sambenito de candidato de Nadine a Acuña, Guzmán y Mendoza, ahora se lo endilgan a PPK, tratando de que la baja en su popularidad y credibilidad afecte también a su candidato preferido, que no ha hecho mucho por deslindarlo.

10) FACTOR ETNICO.- Aunque este es un factor siempre complicado, no puede dejar de mencionarse porque evidentemente también influye en la percepción de los votantes. Humala, desde su mismo nombre traslucía una identidad andina, que se reforzaba con su piel cobriza y su postura nacionalista (y encima ex militar). En cambio PPK tiene un apellido que muchos tienen dificultades para escribirlo, y una imagen infalible de gringo en viaje de negocios, con o sin pasaporte. Eso lo ha sabido explotar Keiko jugando a presentarse como candidata de los pobres (aunque lleve a “pistolita” Chlimper, empresario agroexportador de la mayor explotación, como vicepresidente) y de los peruanos, a pesar de todo lo que paso con su padre, escondido en el Japón y candidateando al senado de ese país.

Estos son algunos factores que diferencian la campaña del 2011 a la del 2016, a los que habría que agregar hechos no menos importantes, como la actuación, por decir lo menos sospechosa, del Jurado Nacional de Elecciones y los organismos electorales en este proceso; la desaceleración económica, que no había hace cinco años, y que coloca al tema económico y la reactivación social en el centro de la preocupación de los electores; como finalmente, y no debe dejarse de lado, el avance de la reacción neoliberal en el continente, la crisis de los movimientos progresistas y populistas, y los vientos de fronda inaugurados en choque con la movilización ciudadana. Y el Perú, caminando al abismo, que será mayor o menor, dependiendo lo que finalmente la mayoría opte en las urnas el 5 de junio. A estar alertas.


Escrito por

elchw

Comunicador Social, catedrático, renegón de la política y convencido de la necesidad de cambios, empezando por uno mismo


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